Tapa del Libro, el autor Alberto Nadra, y Víctor Oscar García Costa.
Un militante entre
dos siglos”
Alberto Nadra, Editorial
Corregidor
Estamos en presencia de un libro dolorosamente
autobiográfico. Es el libro de Alberto Nadra, un joven viejo militante, ahora
ex militante, primero de la famosa "Fede", Federación Juvenil
Comunista, y del Partido Comunista Argentino, cuyo Comité Central integró. En
alguna medida es el libro autobiográfico de una familia: la familia Nadra,
todos militantes de ese Partido. La cabeza visible fue el doctor Fernando
Nadra, abogado, escritor y poeta, padre de Alberto, también destacado dirigente
del Partido, al más alto nivel. Todos ellos han sido (Fernando, ya fallecido) y
son, mis amigos y en buena medida compañeros de lucha por un mundo sin
explotadores y explotados -por mi parte, desde el Socialismo Argentino- en una
etapa muy difícil de la vida Argentina. Con Fernando Nadra fuimos, además,
compañeros de lucha en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
durante la dictadura, en épocas en que cualquier error podía significar la
desaparición y la pérdida de la vida.
Los Nadra, como tantos otros abnegados militantes, entraron
en conflicto con la dirigencia partidaria, al punto de haber sufrido una
verdadera persecución, de lo que da cuenta con detalle el libro de Alberto
Nadra, que saca a la luz cuestiones absolutamente desconocidas hasta por quienes
podrían jactarse de un amplio conocimiento sobre la vida interna de los
Partidos.
A nuestro juicio, el Partido Comunista de Argentina fue
excesivamente dependiente del Partido Comunista de la Unión Soviética,
lo que, repetimos, a nuestro juicio, afectó las posiciones políticas y la vida
interna de ese Partido a lo largo de su historia. De ninguna manera, lo que
decimos va en desmedro ni de las formidables realizaciones de la Unión Soviética
desde la Revolución
de 1917, ni de la lucha sacrificada y heroica de los militantes comunistas
argentinos, muchos de ellos asesinados, secuestrados y desaparecidos.
Ya algunos dirigentes destacados habían recorrido ese duro
camino de enfrentamientos internos en distintas coyunturas políticas; Juan José
Real, Rodolfo Puiggros, Ernesto Giudice y otros que marcharon por una suerte de
cornisa, como el destacado intelectual Héctor P. Agosti a quien sorprendió la
muerte antes que se agravara el conflicto con él. En su ceguera, frente a la
discrepancia interna, la dirección partidaria llegó a destrizar y vender por
papel gran parte de la importante obra escrita de los dirigentes desplazados,
entre ella la de Rubens Iscaro y de Fernando Nadra, parte de la cual, aunque
rota, pudimos recuperar en la papelera en que había sido vendida. Una verdadera
salvajada.
El libro de Nadra sirve también para conocer el proceso
político argentino de los últimois 40 años, lo que incluye la dictadura que
asoló Argentina desde 1976 hasta 1983, Es un libro valiente con el que, al
escribirlo, debe haber sufrido el profundo dolor de un verdadero
desgarramiento, tanto mayor, cuando mayor ha sido la entrega abnegada.
Un libro atípico, como dice su prologuista, Mario Lowry, que
ayuda a desbrozar el complejo tránsito político de los argentinos.
Víctor Oscar García Costa
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